¿Qué es el sistema Sandbox y qué tiene que ver con la regulación?

Una de las principales críticas sobre el sistema regulatorio, en general, es la lentitud con la que las políticas y normas se toman, respecto con la rapidez de las innovaciones y la aceleración del mercado. El sistema Sandbox es una de las innovaciones en el sector público que busca paliar, de manera segura y sostenible, parte de esta problemática.

¿Qué es el sistema Sandbox?

El término Sandbox (‘caja de arena’) procede del mundo digital, tanto del ámbito de los videojuegos como género que apela a la infinidad de posibilidades que un jugador puede tener en cuanto a acciones, y mundo casi infinito (por ejemplo Minecraft), como del ámbito de programación: un espacio, aislado del entorno o de un sistema informático, donde realizar pruebas y testar así nuevos programas o código que podría dar problemas y conflictos, en otras circunstancias, salvaguardando así dicho sistema o entorno.

Inspirados en esta lógica, algunos países y regiones han comenzado, en los últimos años, a crear nuevas estrategias para actuar al respecto: entre ellos los sistemas Sandbox.

Mediante el diseño de mecanismos, de importantes salvaguardas y/o de espacios normativos, económicos y legislativos especiales permiten que otros actores (normalmente del ámbito privado, pero no exclusivamente) puedan testear con usuarios reales el impacto de una tecnología o un modelo de negocio donde la tecnología ha impulsado una innovación.

Esto implica que las normativas vigentes que regulan el tipo y uso de tecnologías, o de gestión económica, o de datos, quedan flexibilizados, o incluso «suspendidas» en un ámbito muy vigilado y reducido, tanto a escala social como de mercado, como jurídico en sí, en un espacio de dimensión pequeña. Posiblemente sean, los impactos de una prueba y testeo de estas características, lo que preocupe más a los que lideran este sistema.

Lo que se busca con este sistema Sandbox es un doble objetivo: por un lado generar un aprendizaje, conocimiento, por parte de los entes regulatorios, a casi tiempo real, de cómo nuevas tecnologías e innovaciones (del tipo que sea, incluyendo también sociales y públicas, incluso) pueden comportarse, y posteriormente, diseñar la regulación.

Por otro lado, se permite rebajar la tensión y dialéctica entre los entes innovadores y el sistema público: en lugar de buscar una relación conflictiva, este tipo de sistemas permiten dialogar y construir mediante la acción, el diagnóstico y el análisis conjunto de las posibilidades que una innovación permite. E incluso las externalidades negativas que puedan generar. Todo ello gracias a las herramientas técnicas y de telecomunicaciones, y de conocimiento e información, de las que hoy se disponen.

Sistema Sandbox, una innovación para el sistema regulatorio

Hasta ahora, las nuevas normativas, políticas y regulaciones se han ido realizando tras el diagnóstico y análisis de diversos impactos de un cambio en la sociedad, el mercado o cualquier otro ámbito de interés público, aplicándose luego posteriormente según el procedimiento legislativo habitual, normalmente lento.

Incluso, usualmente, la complejidad de nuevas tecnologías, tendencias sociales o nuevos modelos de negocio generaba un importante nivel de incertidumbre por parte de los analistas públicos. En algunos casos se ha paliado mediante el uso de modelos y referencias económicas, sociales o tecnológicas aparentemente afines pero más antiguas, o partiendo de información incompleta.

El sistema Sandbox permite ajustar los ritmos de la regulación de manera segura y aportando una cantidad de información a tiempo casi real, vital para regular de manera ágil según necesidades emergentes.

Cuando decimos que este sistema de Sandbox recibe información casi tiempo real, nos referimos al hecho de que, a diferencia de otros métodos «Smart Regulation» no sólo se miden variables cuantitativas, detectadas y analizadas por avances tecnológicos de la familia del Big Data, como alcance de usuarios, usabilidad y experiencia de usuario en una interfaz, volumen de negocio o un largo rango de posibilidades según la tecnología analizada.

También se evalúan otras variables de carácter cualitativo no observables quizá digitalmente, cuyo procesamiento, análisis y sobre todo valoración requieren un proceso de «digestión». Todo ello en función de los objetivos de las entidades que lo impulsen y diseñen, claro está.

Por ejemplo, se analiza el funcionamiento e impacto económico, o social (en función del Sandbox), se observa el grado de superación de la prueba durante el sandbox y su puesta en funcionamiento después. Y también se evalúa el propio funcionamiento de las salvaguardas y metodologías del Sandbox, con ánimo de mejoras y una protección del exterior adecuada.

Otra de las perspectivas interesantes, si no ventaja, es que este modelo permite un nuevo paradigma de relaciones entre lo público y privado tanto para empresas que buscan autorización legal o una modificación para poder lanzarse en el mercado, así como para empresas establecidas con negocios financieros ya regulados.

O incluso el Sandbox se puede dirigir hacia diferentes entes públicos (en el caso que, siendo menos convencional de momento, sea un organismo público quien quiera poner en práctica una innovación tecnológica pública), buscando generar conocimiento, y una mejor regulación resiliente a los cambios, no reactiva.

Casos y microtendencias en Sistemas Sandbox

Sandboxes para el sector financiero emergente

Actualmente, bastantes casos que han aparecido hasta ahora en «Sandboxing» son relativos al sector financiero, más concretamente para el emergente ámbito de las tecnologías financieras o «Fintech»

El ejemplo más paradigmático, seguramente, sea el de Reino Unido. Se trata de un Sandbox promovido por la Autoridad Financiera Británica o FCA, iniciado en 2015. Se trata de un sandbox regulatorio especialmente diseñado para proyectos fintech, en el que startups y otras firmas pueden poner a prueba la viabilidad de sus ideas de negocio para las que aún no existe una regulación, pero que conllevan riesgo de friccionar con la legislación financiera vigente.

Su sistema se basa, por un lado, en emitir cartas de «no aplicación», en las que se limita la acción disciplinaria de la Administración Pública en el caso de algún problema inesperado. Por otro lado, emiten guías y asesoramiento individuales sobre la regulación a los casos candidatos, y en renuncias por la aplicación de normas, en el caso de que algunos aplicantes no sean aceptados pero sí sean considerados interesantes.

Algunas tecnologías que ya se han puesto en su «banco de pruebas» o Sandbox, han estado vinculadas con las llamadas Distributed Ledger Technology y Non-distributed Ledger Technology, conocidas más popularmente como «Blockchain», como por ejemplo Diberse o Nuggets.

Otras entidades regulatorias que han apostado en promover Sandbox en torno casi exclusivamente en el Fintech, y familiares tales como las Insurtech (tecnologías y servicios digitales del sector de los Seguros), son los Países Bajos (concretamente impulsado por el Mercado Financiero y el Nederlandsche Bank) y Singapur (promovido por la Autoridad Monetaria de Singapur desde 2016)

Sandboxes con aplicación en una región geográfica limitada

Otro modelo de Sandboxing que se está dando gira en torno a permitir el testeo de una nueva tecnología, o incluso un modelo de negocio (por ejemplo, de las llamadas economías colaborativas) en un entorno físico específico y limitado. El caso más popular sería el de Japón, si bien algunas ciudades de todo el mundo, puntualmente, han realizado experimentos similares para testear innovaciones de terceros (como los coches autónomos) o nuevos servicios públicos.

El sistema Sandbox japonés, aun por activar este 2018, se fundamenta en varias premisas, tales como:

  • No se limita exclusivamente a un sector específico
  • Se están creando entidades específicas para evaluar y controlar los ensayos, en las que se sumarán ingenieros, expertos legales, y representantes de grupos de consumidores conjuntamente con los organismos reguladores.
  • Los espacios de testeo serán una serie de ciudades determinadas, tales como Chiba y Semboku (donde ya se está experimentando en el testeo de vehículos autónomos y drones de larga distancia). Lo cual dota a su vez a la ciudad de una carga o marca simbólica de ciudad-territorio vinculada a la innovación
  • El testeo también tiene limitaciones en el tiempo, sólo se podrá realizar durante un período de tiempo concreto permitido por las autoridades

El sistema Sandbox es una de diversas herramientas que están surgiendo en todo el mundo para innovar en los procesos regulatorios. En Govup no sólo ofrecemos asesoramiento en ellos, sino que escaneamos y compartimos información sobre ellos. ¡Síguenos en Twitter para estar informado o informada!

 

 

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  1. […] y mejorar la competitividad, entre otros. En caso de que te interese saber más, en este artículo, ¿Qué es el sistema Sandbox y qué tiene que ver con la regulación?, profundizamos en qué son los Sandbox y sistemas de […]

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