Innovación en la regulación: tendencias

Las nuevas economías, tanto las que proceden de una evolución histórica como aquellas más distintivas de la era digital (economías colaborativas, economía de plataformas, etcétera) llevan años generando nuevos escenarios y nuevas relaciones sociales, así como impulsando otras formas de organización. Sin embargo, en la ausencia de regulación adecuada, también han provocado algunas consecuencias negativas.
Por ello, en los últimos años, han aparecido propuestas diferentes en el ámbito regulatorio, que han promovido innovación en la regulación y que van de la reflexión hasta la reestructuración de los propios organismos.

Aquí os presentamos algunas de las más destacadas:

La grandes pautas de la innovación en la regulación

Uno de los fundamentos que está disparando y dirigiendo los esfuerzos en la innovación en la regulación es el escenario actual de cambios sucesivos e incluso de «Cisnes negros» (N. Taleb) o eventos impredecibles que se está produciendo en todo el mundo. La irrupción de innovaciones disruptivas y modelos de negocio hasta el momento inexistentes es mayor que nunca, y esto genera a su vez una obsoletización creciente de algunos marcos regulatorios, donde la única opción que suele quedar es adaptar las normas y leyes vigentes con calzador. Mientras, los innovadores, y no únicamente desde el ámbito más corporativo, plantean lanzar sus iniciativas un poco a ciegas (incluyendo las de carácter social).

Históricamente y muy a grandes rasgos, la regulación se ha emitido posterior a las transformaciones, a base de revisar los nuevos escenarios, cuyo ritmo de emergencia era entonces más lento. Es decir, se efectuaba cuando la nueva normalidad en un ámbito se iba consolidando, o ya se había formado a un ritmo más cadencioso.

Hoy, como decíamos, esos ritmos han cambiado. Por ejemplo, aparece un nuevo conjunto de tecnologías, una nueva industria, un nuevo producto o familia de productos que modificaba el consumo o la salud, etcétera.

Una de las megatendencias que catalizan estas transformaciones en la regulación es la necesidad recíproca de transparencia. Transparencia en los procesos, en la compartición de datos, en las relaciones y en las colaboraciones. Con tal transparencia, especialmente en el acceso a datos sobre las acciones e impactos en curso, se pueden generar mejores y más adecuadas normas.

Otra gran tendencia que se está promoviendo en la innovación regulatoria es la que persigue seguir el ritmo a los cambios y a los mercados e, idealmente, poder anticiparse a dichos cambios. Así, una de las vías que se está desarrollando es la que se basa en las nuevas tecnologías y en la explotación de los datos, que pueden analizarse en tiempo real. Otra vía es la que genera espacios de prueba y ensayo bien controlados, que permiten anticiparse y colaborar con las organizaciones innovadoras.

De todo esto se habla últimamente de la Smart Regulation. Habitualmente, suele referirse a la regulación basada en datos, pero también se extiende a todos aquellos procesos regulatorios que permiten innovar y agilizar, básicamente, la forma en la que se regula, poniendo énfasis en asegurar que estas nuevas fórmulas sean igualmente rigurosas.

Existen dos grandes ámbitos que están influenciando las nuevas maneras de desarrollar y experimentar estas formas de regular: la forma de trabajar en el ámbito tecnológico, y la forma de trabajar en el ámbito del diseño.

En el primer caso, esta forma de trabajar está influenciada por los métodos Agile, que se caracterizan por el trabajo por equipos, en ocasiones multidisciplinares, y por «trocear» grandes proyectos en fases, con fechas límite bastante o muy acotadas (por ejemplo, de un par de meses). De esta manera, se pueden introducir modificaciones y mejoras en función de los resultados de cada fase anterior o de los cambios en el entorno (por ejemplo, la introducción de nuevas tecnologías).

Es decir, facilita trabajar de manera más flexible y adaptativa, en contraste con la forma de trabajar tradicional, que es lineal, característica de los grandes proyectos (incluyendo los procesos de investigación, análisis y regulación en el ámbito público) que durarían años y serían inflexibles para introducir nuevos cambios durante el curso del proyecto, por querer mantener la escrupulosidad con los planes iniciales.

En el segundo caso, la influencia que está marcando el ámbito del diseño en otros sectores exógenos al mundo del diseño propiamente, por ejemplo, los entornos sociales, o en el desarrollo de interfaces digitales (una web o una app para realizar tareas y trámites), están cambiando el paradigma de pensar en el objeto resultante o final, para situar en el epicentro de las estrategias y diseño al usuario o destinatario.

Finalmente, los desarrollos que están marcando la innovación en la regulación están permitiendo que ésta pase de ser generada Ex post o con posterioridad al cambio de escenario (lo tradicional), a tender a la anticipación, pero sobre todo al ajuste en tiempo real o Ex Ante. Ésta sea, quizás, la mayor revolución en las nuevas formas de regular.

Basado en datos

Una de las grandes tendencias de la innovación en la regulación son aquellas que utilizan las métricas y el análisis de datos, en ocasiones a tiempo real, para analizar las acciones de un contexto específico.

Recientemente, el sector del juego online (gambling) en España ha sido testigo de la introducción de un nuevo mecanismo de control y análisis con finalidades regulatorias. Ello permite acceder al análisis anonimizado del volumen y usabilidad de jugadores, al análisis de las tendencias de juego y apuestas, o al gasto medio por jugador.

Aprovechando que son compañías y actividades digitales, y gracias a una normativa que pide la transparencia y accesibilidad de las empresas a esos datos por parte de las entidades públicas, se genera una colaboración eficiente para poder ir marcando la pauta y aplicación a medida de las normativas y demás regulaciones. Esto, a su vez, permite una mejor protección de los jugadores a corto y medio plazo, pero también de las empresas.

Sandbox y sistemas de pruebas

Otra de las tendencias que está generando cada vez más expectativa es la de crear espacios controlados de pruebas. En general, hablamos de nuevas tecnologías que generan relaciones complejas con la economía o con los humanos, como los coches autónomos, la Inteligencia Artificial o las criptomonedas.

Hasta ahora, bastantes Sandbox se han generado en torno al mundo Fintech, debido a la presión que han provocado las start-ups y nuevos actores, pero también los bancos más tradicionales reclamando que se cubran lagunas normativas y mejorar la competitividad, entre otros. En caso de que te interese saber más, en este artículo, ¿Qué es el sistema Sandbox y qué tiene que ver con la regulación?, profundizamos en qué son los Sandbox y sistemas de pruebas.

Por otra parte, en el caso de la anticipativa experimentación de la Renta Universal, descubre una microtendencias en la que se ha trabaja con la propia aplicación de innovaciones públicas o de normativas revolucionarias y socialmente complejas. Este fue el caso de la Unión Europea, que seleccionó ciudades, y de éstas, barrios con diferentes perfiles sociodemográficos (el barrio de la Mina de Barcelona, Utrecht de Holanda y Helsinki de Finlandia), de los que se seleccionarían 1.000 familias con rentas inferiores a 400€ mensuales para probar la aplicabilidad de esta nueva medida social frente a la inminente desregulación laboral fruto de las nuevas tecnologías (como la Inteligencia Artificial).

Procesos participativos

Los procesos participativos, como expusimos en este artículo introductorio, puede tener diversas finalidades. En el caso regulatorio, se han dado ya bastantes ejemplos en los que se introduce una fase de participación ciudadana. En concreto, se han enfocado en permitir o habilitar la introducción de comentarios de sugerencias y opinión para borradores de nuevas normativas.

En muchos de estos casos, las interfaces son muy sencillas, basadas en un modelo web bastante antiguo ante los bajos requisitos técnicos, aparentemente. Pero, en contraposición, podemos observar también desde referéndums (vinculantes o no vinculantes), a la emergencia de plataformas completas que permiten trazar las tendencias en opinión y necesidades locales de los ciudadanos, pero también permitir ejercicios de transparencia y validación de nuevas políticas, como la plataforma Decidim y Decide, de Barcelona y Madrid, respectivamente.

En el primer caso, además, se combina con el desarrollo de metodologías presenciales de debate y deliberación barrio a barrio, y procesos de co-diseño de las funcionalidades mismas de la plataforma.

Mixto con transparencia

Finalmente, la tendencia que más se está observando son aquellas experimentaciones más moderadas que se fundamentan en los requisitos de transparencia gubernamental (por ejemplo, las planteadas por la Unión Europea) y que combinan algunos métodos como los anteriormente vistos, buscando el desarrollo de normativas Ex post a la transformación social o tecnológica con cortos plazos, y Ex ante.

En esta línea, con el fin de combinar la participación ciudadana, la transparencia gubernamental y los actores, o el uso de recursos digitales, para mejorar la calidad democrática, la Unión Europea impulsa la agenda «Better Regulation» o «Legislar mejor», que se define a sí misma como:

El programa «Legislar mejor» pretende elaborar y evaluar las políticas y la legislación de la UE de forma transparente, basándose en pruebas, y con el respaldo de las opiniones de los ciudadanos y las partes interesadas. Cubre todos los ámbitos políticos y quiere conseguir una normativa específica que no vaya más allá de lo necesario para lograr sus objetivos y aportar ventajas al mínimo coste.

En definitiva, estamos ante un momento muy interesante y efervescente, con muchas posibilidades de mejora e innovación en las esferas públicas, con capacidad de mejorar la protección de los y las ciudadanas, de los actores económicos y de enfrentar las transformaciones en cierto modo complejas.